Aunque la base de la economía seguía siendo la agricultura cobraron un gran impulso la industria textil, la minería y, sobre todo, las actividades comerciales gracias al auge de las ciudades mediterráneas (Venecia, Marsella, Nápoles) y del norte de Europa (Amberes, Amsterdam, Hamburgo). La creciente importancia del sector comercial trajo consigo la formación de grandes riquezas familiares, como las de los Medici, los Strozzi o los Fugger, que permitieron a dichas familias su intervención directa en la política o su apoyo a las monarquías que atravesaban crisis económicas.
El descubrimiento de América supuso un hecho trascendental para la vida económica del Renacimiento, ya que se abrieron nuevos mercados, florecieron ciudades de la fachada atlántica, como Sevilla y Lisboa, y fluyeron los metales y las riquezas, que proporcionaron grandes beneficios a burgueses y banqueros y sirvieron a España para llevar a cabo una vasta política de intervención en gran parte de Europa y el Mediterráneo. Sin embargo, la excesiva afluencia de tesoros americanos al continente europeo favoreció una alarmante subida de los precios debido a la abundante moneda en circulación.
La desaparición de las grandes pestes medievales, el auge de la vida urbana y ciertas mejoras en la forma de vida ocasionaron un crecimiento demográfico evidente en casi toda la Europa occidental, marcado por una fuerte tasa de natalidad y un descenso de la mortalidad infantil. Las principales zonas de poblamiento eran el norte de Italia, los Países Bajos y el centro de Francia.
La estructura social estaba encabezada por la nobleza, que se había instalado en las grandes ciudades, en lujosos palacios o mansiones, seguida por la alta burguesía, enriquecida con el comercio y los negocios financieros. El estrato inferior lo ocupaban los campesinos, que vivieron una situación bastante desfavorable y recurrieron a menudo a las revueltas, creando un clima de inestabilidad social.
Mecenas
Eran familias poseedoras de grandes cantidades de dinero que apoyaban económicamente a los artistas, les financiaban su trabajo, a cambio de eso la familia tenía más prestigio por conocer a grandes artistas como da vinci.
La actividad creativa, mezcla de especulación y técnica, no hubiera sido posible sin la intervención de los mecenas. Siempre ha existido un patronazgo o apoyo económico para que las empresas artísticas sean posibles, pero durante el Renacimiento la relación mecenas-artista-obra se produce a otros niveles: no se trata sólo de financiar empresas artísticas destinadas a una función pública, religiosa o política, donde el patrono puede aparecer como donante, sino que se financia algo para propia exaltación, prestigio y gloria personal o familiar. El patrono deja de ser un simple oferente para pasar a ser también actor de la historia. El mecenas y su familia aparecen en las representaciones como actores, aunque sean de temática religiosa. Ya no se trata de personajes de tamaño humilde incorporados a la escena, sino de actores de una dualidad, personajes de la historia real y de la historia asumida en la escena.
Las familias poderosas Sforza y Médicis en Florencia renacentista apoyaban a artistas fuera del círculo oficial, pintores e inventores de talento extraordinario como Da Vinci o Miguel Ángel para conseguirles grandes obras con el papado, que generalmente gustaba de trabajos convencionales
1.- Dejando atrás como sustento económico la agricultura, ¿Cuáles serias las nuevas formas de generar dinero en el renacimiento?
2.- Si observamos cómo eran los mecenas en la edad media ¿Quiénes serían o representan a los mecenas hoy en la actualidad?
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